UN PASEO POR MONTMARTRE.
Casi todas las ciudades tienen un barrio bohemio y peculiar, en el caso de París se trata del barrio de Montmartre, cuya historia lo ha dotado de un carácter especial. Cariñosamente es conocido como el barrio de los pintores, aunque yo lo definiría como el barrio de los artistas ya que son muchas personalidades las que han pasado por aquí 😉
Desde el mirador de la Basílica del Sacre Coeur, en la cima de la colina, a 130 metros de altura, encontré las mejores vistas de este artístico barrio, que a la luz del atardecer, con todo París a mis pies, me regaló un instante inmensamente bello <3
Muy cerca de aquí, la plaza Du Tertre, muestra la imagen más bohemia del distrito, donde con cada golpe de pincel, los artistas conservan el espíritu del lugar.
Si te interesa la pintura, a un par de minutos caminando, en el número 11 de Rue Poulbo, se encuentra el Espace Dalí, donde dejarse cautivar por el surrealismo es fácil, la entrada cuesta aproximadamente 11 euros.
Una de las mejores cosas que hice en París, fue dejarme perder por este barrio, donde sus estrechas y empinadas calles llenas de historia, arte y escaleras, me descubrían algunos de los rincones más maravillosos de este peculiar distrito, como Le Mur des J T’aime en Place des Abesses.
Como estaba algo cansada de tanto caminar, paré en uno de tantos bistros de la zona para tomar un crêpe. Tanto dulces como salados, ¡están buenísimos! y bien de precio, yo soy muy golosa y me dejé tentar por el de chocolate blanco 😉
Los comercios de Montmartre, sin duda, se salen de lo común. Multitud de tiendas de moda de diferentes estilos marcan sus tendencias en exóticos escaparates, en especial me gustó una, Géneré 1962, era toda de los años 60, originales joyerías, librerías antiguas, multitud de tiendas de segunda mano… ¡incluso en el número 35 de Rue Trois Frères encontré un circo! Como ves, en este distrito se puede encontrar de todo, aunque también hay espacio para los comercios y mercados más tradicionales, que salpican con su esencia de alegría y colorido este barrio tan diferente, que me conquistaba a cada paso.
Como fan de Amelie, no podía prescindir de una visita rápida a Les Deux Moulins, en Rue Lepic, la cafetería más cinematográfica de la zona.
Llegando a los pies de la colina, la plaza de Pigalle me daba la bienvenida a la zona roja de París, donde locales eróticos, cabarets y clubs exhiben el lado más picante de la noche parisina.
Como siempre me ocurre, me faltaron cosas por ver, por ejemplo el histórico y famoso cementerio, no encontré el taller de Picasso y me hubiera gustado tener más tiempo para saborear el barrio con más detalle. Quizá sea la excusa perfecta para volver pronto.
BREVE HISTORIA DE MONTMARTRE.
La colina adquiere el nombre de «Monte del Mártir» en el siglo III, tras la decapitación de San Denis, el obispo de la ciudad. Durante la Edad Media fue una zona de monasterios y prósperos viñedos. Los rusos invadieron la colina en las guerras Napoleónicas, y de ahí se cree que es originaria la palabra Bistro. En 1860, esta antigua comuna se anexa a la ciudad de París formando el distrito XVIII.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Montmartre se convierte en el hogar de incontable número de artistas como Picasso, Lautrec, Renoir, Degas o Van Gogh. En esta época el barrio tiene muy mala fama debido a los Cabarets y lupanares que abundan en el barrio y que, a día de hoy, todavía se conservan algunos de fama internacional como Moulin Rouge. En 1912 se termina la construcción de La Basílica Sacre Coeur, un monumento excepcional de imprescindible visita en París.
¿CÓMO LLEGAR A MONTMARTRE?
Tienes varios caminos por los que puedes llegar a este pintoresco barrio. La parada de metro Anvers (linea 2), te deja muy cerca del funicular que te lleva a la cima de la colina de Montmartre, pero si como yo, estás en forma y prefieres ahorrar 1.70 de ticket de subida, puedes alcanzar la cumbre ejercitando tus piernas ascendiendo por una escalera con 197 peldaños. Llegar arriba después del esfuerzo se ve compensado por las increíbles vistas de París.
También puedes parar en la estación de metro Pigalle (linea 2) o Blanche, linea 7, y subir poco a poco por sus calles empinadas y llenas de encanto hasta la Basílica Sacre Coeur. Realmente un paseo fantástico y una gran opción.
La estación de Abbesses en la linea 12 también es una alternativa para comenzar la visita por este artístico barrio. Si decides elegir esta opción no olvides pasar por el muro del amor, se encuentra en el camino de subida a plaza Du Tertre, sin duda merece la pena verlo.
Disfrutamiruta en París, donde la magia y el glamour flotan en el aire. Te invito a seguir mi globo azul y descubrir los secretos de la Torre Eiffel o lugares increíbles como el muro de Jhon Lennon en Praga, las escaleras más famosas de Roma o el medieval castillo Vaumarcus en Suiza. Descubre Europa con #disfrutamiruta y disfrutamiruta
¡Besos y sonrisas mis ruteros!
Laura Eire <3 .
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3 comentarios
Reblogueó esto en sandriwey.
Mucha suerte con tu blog y mucho ánimo, sobre todo al principio.
Te va a ir muy bien porque sé todo el trabajo que hay detrás y el gran entusiasmo que tienes y eso marca la diferencia.
Un beso guapa!
Gracias Laura por tu apoyo, eres un sol.