¿Estás planeando un fin de semana romántico en Praga? ¿Buscas un lugar diferente, alejado del ruido turístico, donde disfrutar de la ciudad desde otra perspectiva?
Entonces tienes que conocer el Monte Petřín, uno de los miradores más encantadores de la capital checa. Este precioso parque, lleno de historia, flores y vistas espectaculares, es conocido como “la colina del amor” por los praguenses.
Caminar por sus senderos, entre rosales y estatuas, es un auténtico deleite para los sentidos y una oportunidad para desconectar del bullicio urbano.
#disfrutamiruta y descubre este rincón único donde la naturaleza, la historia y el romanticismo se dan la mano.
Torre Petřín: el mirador más famoso de Praga
La Torre Petřín (Petřínská rozhledna) es la gran protagonista de este monte. Fue construida en 1891 para celebrar la Exposición de Praga y, aunque muchos la comparan con la Torre Eiffel, tiene un encanto propio e inconfundible.
Situada a 138 metros sobre la ciudad y con 64 metros de altura, ofrece una de las mejores vistas panorámicas de Praga.
El mirador se encuentra a 51 metros de altura sobre el parque y ¡a 200 metros sobre el río Moldava! Puedes subir 299 escalones o, si prefieres, hacerlo cómodamente en ascensor.
La torre que engañó a Hitler
Durante la ocupación nazi, Hitler visitó Praga en 1939 y ordenó destruir la torre por considerarla antiestética.
Sin embargo, los checos lograron salvarla con ingenio y astucia, retrasando la demolición hasta que terminó la guerra.
Gracias a ello, hoy sigue en pie como símbolo de resistencia y orgullo.
Qué ver en el Monte Petřín
Monumento a las Víctimas del Comunismo
Entre los rincones más impactantes del Monte Petřín se encuentra el Monumento a las Víctimas del Comunismo.
Esta obra conmovedora, inaugurada en 2002, fue creada por Zoubek, Kerel y Holzel y representa la degradación física y emocional del ser humano bajo la opresión.
Las siete figuras en descenso muestran cómo el cuerpo se fragmenta y se desvanece, una metáfora visual potente que no deja indiferente a nadie.
Además de la torre y el monumento, hay varios lugares que merecen una visita:
- La sala de los espejos, ideal si viajas con niños o simplemente quieres reírte un rato.
- El Muro del Hambre, una construcción histórica con gran carga simbólica.
- Los jardines de rosas, especialmente bonitos en primavera.
- El Observatorio Štefánik, perfecto para los amantes de la astronomía.
- El Laberinto de los espejos, un clásico del ocio praguense.
Cómo llegar al Monte Petřín
Tienes tres formas de llegar al Monte Petřín:
- En funicular:
Desde la calle Újezd (barrio de Malá Strana), el funicular te lleva directo a la cima. - A pie:
Subida de unos 30 minutos con vistas espectaculares de Praga. Ideal si te gusta caminar. - Desde el Castillo de Praga:
Puedes llegar dando un tranquilo paseo de unos 15 minutos bajando entre jardines y miradores.
Información útil sobre el Monte Petřín
¿Cuánto cuesta subir a la Torre Petřín?
La entrada cuesta 60 CZK (unos 2,5 €). Hay descuentos para estudiantes y familias.
¿Qué horario tiene la Torre Petrin?
De Noviembre a Marzo solo abre los fines de semana. De Abril a Octubre abre todos los días de 10:00 a 19:00
¿Dónde se encuentra el funicular para subir al Monte Petřín?
Lo encontrarás en la calle Újezd, en el barrio de Malá Strana, cerca del Puente de Carlos.
¿Cuánto cuesta un billete de funicular? El funicular pertenece al sistema de transporte público de Praga (DPP), por lo que usa los mismos billetes que el metro o el tranvía.
- Billete sencillo 30 minutos: 30 CZK (≈ 1,20 €)
- Billete 90 minutos: 40 CZK (≈ 1,60 €)
- Pase diario (24 h): 120 CZK (≈ 4,80 €)
- Niños menores de 15 años: gratis.
👉 Si ya tienes un pase de transporte de 24 o 72 horas, no necesitas pagar nada extra para el funicular.
👉 El horario del funicular es de 9:00 – 23:20 y tiene una frecuencia de paso de 10-15 minutos.
¿Qué ver cerca del Monte Petřín?
Puedes visitar el Castillo de Praga, el Puente de Carlos o el Muro de John Lennon, todos a poca distancia.
Es una visita ideal para: Parejas, familias con niños, amantes de la naturaleza y de las vistas panorámicas.
Conclusión: ¿vale la pena visitar el Monte Petřín?
Definitivamente, sí.
El Monte Petřín es uno de esos lugares donde Praga se muestra más íntima, romántica y auténtica.
No es tan conocido como otras atracciones, pero tiene una energía muy especial. Entre árboles, flores y estatuas, sentirás que estás en un pequeño paréntesis dentro del viaje, de esos que uno recuerda con cariño mucho tiempo después.
Te invito a seguir descubriendo Praga conmigo y visitar un lugar que cambia cada día: el Muro de John Lennon, símbolo de arte, libertad y esperanza.
Y si te quedas con ganas de más, acompáñame a conocer sus vecinas Bratislava, Viena y Budapest, tres capitales europeas llenas de historia, magia y contrastes que harán que tu viaje sea inolvidable.
Gracias por viajar conmigo y por leer este artículo. 💙
#disfrutamiruta
2 respuestas
Que bonito Praga, es un lugar que me encantaria conocer, gracias por traerme un poquito.
Muchas gracias a ti por leerme!!